viernes, 11 de octubre de 2013


Angélica Castro.

Licenciada en educación especial.

EL DON DE SER DOCENTES

Ser docente es un don, no todas las personas lo pueden ser aunque se piense que saber hacer algo y enseñarlo ya se convierte en ser docente, pues lo que realmente están siendo es ser transmisores de conocimientos, pero aun falta mucho para ser maestros.
El ser maestro requiere de un don, de tener espíritu de amor, paciencia, disciplina, orden, dirección, etc., ser maestro equivale a que día a día estemos dispuestos a nuevos retos y experiencias, a enfrentarnos a diversas situaciones con los niños, familias, compañeros, comunidad y consigo mismo.

En cualquier aula de clase de cualquier escuela normal un docente tiene diferentes experiencias significativas como las que se pueden vivir en un aula del Instituto para Niños Ciegos y Sordos en el cual laboro, y es emocionante  y satisfactorio todos los días llegar al aula y saber que es un nuevo día donde podemos ayudar, aprender, direccionar y compartir con los niños, verlos crecer, aprender, crear, disfrutar y sonreír junto a nosotros. El trabajo en este lugar me ha enseñado que la vida no es fácil pero tampoco es imposible vivir a pesar de nuestras dificultades  sean físicas, mentales o emocionales y que solo con esfuerzo, valor, constancia y apoyo de unos a otros podremos salir adelante.

Por ello el maestro nunca debe olvidar que estamos para ayudar, aprender y guiar a otro que así como un día nosotros, comienzan a disfrutar de la vida, a conocer y ser personas llenas de valores y virtudes para enfrentarse a una sociedad.


No hay comentarios:

Publicar un comentario