Angélica Castro.
Licenciada en educación especial.
EL DON DE SER DOCENTES
Ser docente es un don, no todas las personas
lo pueden ser aunque se piense que saber hacer algo y enseñarlo ya se convierte
en ser docente, pues lo que realmente están siendo es ser transmisores de
conocimientos, pero aun falta mucho para ser maestros.
El ser maestro requiere de un don, de tener
espíritu de amor, paciencia, disciplina, orden, dirección, etc., ser maestro equivale
a que día a día estemos dispuestos a nuevos retos y experiencias, a
enfrentarnos a diversas situaciones con los niños, familias, compañeros,
comunidad y consigo mismo.
En cualquier aula de clase de cualquier
escuela normal un docente tiene diferentes experiencias significativas como las
que se pueden vivir en un aula del Instituto para Niños Ciegos y Sordos en el
cual laboro, y es emocionante y
satisfactorio todos los días llegar al aula y saber que es un nuevo día donde
podemos ayudar, aprender, direccionar y compartir con los niños, verlos crecer,
aprender, crear, disfrutar y sonreír junto a nosotros. El trabajo en este lugar
me ha enseñado que la vida no es fácil pero tampoco es imposible vivir a pesar
de nuestras dificultades sean físicas,
mentales o emocionales y que solo con esfuerzo, valor, constancia y apoyo de
unos a otros podremos salir adelante.
Por ello el maestro nunca debe olvidar que
estamos para ayudar, aprender y guiar a otro que así como un día nosotros,
comienzan a disfrutar de la vida, a conocer y ser personas llenas de valores y
virtudes para enfrentarse a una sociedad.
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